Vivimos insertos en un mundo colmado de violencia, la que impide que el Ser Humano pueda desarrollarse en su máximo potencial. Esto provoca sufrimiento.
Perdemos el sentido cuando nos reducimos a pensar que todo termina con la muerte. Es por eso que queremos sobrepasarla y que cada Ser Humano alcance la trascendencia si así lo desea, sea lo que entienda por ella.
Cuando entregamos a otro desinteresadamente, estamos haciendo una acto de amor, un acto con sentido, trascendente, coherente.
Esto permite que nuestra vida crezca en felicidad y así, amar la realidad que se construye.